El lobo
ibérico es una subespecie de lobo edémica de la peninsula iberica. Tiene la
cabeza grande y maciza, orejas triangulares relativamente pequeñas y ojos oblicuos
de color amarillento. El hocico presenta unas manchas blancas en los belfos denominados
(bigoteras). Su pelaje es heterogéneo, de tal forma que se describen unas franjas longitudinales oscuras o
negras cubriendo la parte anterior del lobo. describen unas franjas longitudinales oscuras o
negras cubriendo la parte anterior de sus dos patas delanteras, una mancha
oscura a lo largo de la cola, y otra mancha oscura alrededor de la cruz a la que se le
conoce como «silla de montar».